Capítulo 5 El movimiento Global por el Hardware Científico Abierto (GOSH)

5.1 Introducción al capítulo

A modo de presentación del estudio del movimiento global, este capítulo reconstruye la historia de GOSH desde sus orígenes en 2014 hasta la actualidad. Se presentan de forma cronológica los hitos de la comunidad como fueron narrados por fundadores, organizadores y participantes clave en trece entrevistas realizadas entre 2018 y 2019, desde las conversaciones previas al primer encuentro global hasta los últimas etapas hacia la descentralización, en 2020. Una versión de divulgación, más corta que este capítulo y conteniendo más detalle sobre equipos organizadores, fue escrita a pedido de la comunidad.

5.2 Rastreando hilos

La mayoría de los entrevistados recuerda “estar haciendo esto del hardware científico abierto antes de saber que se llamaba así”, ya sea trabajando con kits educativos en escuelas, fabricando herramientas abiertas desde laboratorios en la academia o participando de proyectos de monitoreo ambiental comunitario. Todos asocian los orígenes del HCA como concepto con la filosofía del software libre, la producción de pares y el movimiento maker, recién haciendo uso del término una vez que es definido por GOSH. Algunos de los nombres que se mencionan como ampliamente utilizados antes que GOSH definiera hardware científico abierto son open labware o do it yourself science equipment.

Para llegar al primer encuentro en 2016, una serie de conversaciones previas tuvieron lugar entre actores disímiles, conectados a veces por casualidad, otras veces intencionalmente. En 2013, Greg Austic y Jenny Molloy se conocieron al compartir alojamiento en la casa de un amigo en común, para asistir a una conferencia de ciencia abierta en Estados Unidos donde “el foco estaba puesto en los datos abiertos, nadie hablaba de hardware”. Austic, trabajando en Michigan, tenía experiencia en el desarrollo del Photosynq, una plataforma de hardware abierto para la investigación en agricultura, y un historial de colaboración en investigación comunitaria sobre biodiésel. También había asistido a los encuentros anuales de la Asociación de Hardware Abierto (OSHWA), aunque consideraba que “no se ajustaba a nuestras necesidades, todo giraba alrededor de fabricar luces de colores”. En ese momento, Molloy trabajaba como bióloga en la Universidad de Cambridge investigando sobre enfermedades transmitidas por mosquitos, frustrada por lo inaccesibles que resultaban las herramientas de investigación para sus colegas en los países donde las enfermedades son endémicas. También formaba parte de comunidades como Open Knowledge, y había asistido a una presentación de Rafael Pezzi en Sudáfrica que la interpeló directamente, sobre hardware abierto para ciencia. Pezzi había fundado en 2012 el Centro de Tecnología Académica en la Universidad Federal de Río Grande do Sul, Brasil; una de las iniciativas más tempranas de desarrollo de herramientas de investigación en un contexto académico. En una conversación personal en 2017, Pezzi comentaba su visión sobre el HCA:

[El Hardware Científico Abierto] es una forma de combinar los pilares de la Universidad: investigación, educación y extensión. Más allá de los desafíos técnicos o culturales, nosotros [CTA] no encontramos barreras impuestas por la propiedad intelectual para conectar estas actividades, como las herramientas que utilizamos son abiertas, podemos enseñar lo que hacemos a la gente que está fuera de la universidad

Molloy también estaba en contacto con Francois Grey, quien desde Suiza como fellow de la Fundación Shuttleworth creó Citizen Cyberlab, un instituto de investigación en nuevos métodos para la participación pública en ciencia y tecnología. Grey había trabajado en CERN y fundado el CERN WebFest, un festival donde nacieron proyectos de hardware abierto educativo y para investigación como CosmicPy. Desde Citizen Cyberlab se promueve el estudio de iniciativas de ciencia ciudadana con un foco en la computación distribuida, por ejemplo en proyectos como LHC@Home. Durante 2013 Grey se encontraba liderando un proyecto educativo llamado Lego2Nano, donde estudiantes del Reino Unido y la Universidad de Tsinghua en China trabajaban codo a codo para crear un “nanoscopio”13. Este proyecto ganó gran visibilidad, asociando el concepto de serious play promovido desde la Fundación LEGO, con el desarrollo de HCA.

Grey es uno de los intermediarios clave que conecta participantes disímiles dentro de GOSH. A partir de su experiencia dando clases en la Universidad de Nueva York había entrado en contacto con Shannon Dosemagen, directora ejecutiva de PublicLab, ya que una de sus alumnas formaba parte de la organización. Previo a co-fundar PublicLab en 2010, Dosemagen formaba parte de una organización comunitaria ambiental llamada “Louisiana Bucket Brigade”. El grupo proveía de herramientas simples, de muy bajo costo (baldes), a los vecinos preocupados sobre el efecto de las refinerías de petróleo lindantes a sus casas, a fin de que pudieran obtener muestras para llevar a analizar a un laboratorio oficial. Cuando sobrevino el desastre del derrame de petróleo en el Golfo de México en 2010, los activistas de la Louisiana Bucket Brigade comenzaron a colaborar con científicos y académicos vecinos de la zona, combinando sus herramientas de bajo costo con software de código abierto para monitorear el avance de la mancha de petróleo. En una entrevista personal, Dosemagen relata cómo se vivía ese momento en Estados Unidos, atravesado por un auge de proyectos de gobierno abierto y movimientos ciudadanos como Occupy Wallstreet:

Entre 2010 y 2015 había mucho movimiento que comenzaba a suceder en la ciencia abierta y el hardware, se sentía como… Lanzar un petardo y que las chispas aparezcan por todas partes […] Había mucho movimiento pero no había una buena manera de juntarlo todo.

Grey también estaba familiarizado con el trabajo en Suiza de Urs Gaudenz y Marc Dusseiller, ingeniero y nanotecnólogo respectivamente, pertenecientes a la red global de biohacking comunitario Hackteria. Auto-definido como investigador de múltiples sombreros, “workshopologist” y artista, Dusseiller había participado en movimientos relacionados al open source, la escena de arte multimedial y hacktivismo desde principios de los años 2000. En 2008, mientras se encontraba dando clases en la Universidad del Noroeste en Basel, Suiza, implementó un enfoque de ciencia abierta en sus clases, haciendo que los estudiantes utilicen wikis y software libre, motivándolos a construir HCA. En 2009, luego de una participación en un taller dentro del programa Interactivos? del MediaLab Prado, en Madrid, fundó Hackteria junto a Yashas Shetty, un educador y músico de Bangalore, y Andy Gracie, un artista inglés. El objetivo de la red global Hackteria es reunir artistas y diseñadores trabajando con biotecnologías, para compartir los métodos de trabajo. En 2019 Hackteria celebró su décimo aniversario, habiendo organizado talleres de biohacking, bioarte, biología sintética, fermentación y bioelectrónica alrededor del mundo.

Por otro lado, Urs Gaudenz, un ingeniero basado en Lucerna, Suiza, fundador de GaudiLabs y también miembro de Hackteria, recuerda estar trabajando en HCA en su laboratorio desde fines de los años ‘90. Cuando conoció a Dusseiller comenzó a fabricar HCA para laboratorios caseros de microbiología, primero creando un set genérico de herramientas y luego diseñando aplicaciones específicas como la plataforma de microfluidica OpenDrop, uno de los diseños más populares de HCA. Gaudenz retoma el momento en que comenzaron a reflexionar sobre la práctica de Hackteria, a partir de las investigaciones de la filósofa y diseñadora Denisa Kera, en particular sobre talleres de Hackteria en Indonesia:

Fue en 2013 cuando Denisa [Kera] reflexionaba sobre lo que hacíamos con Hackteria -era un poco la filósofa de lo que hacíamos- cuando empezamos a reflexionar sobre lo que hacíamos a principios de 2009 con estos talleres construyendo microscopios

La conexión entre Austic, Grey, Molloy y Adam Wolf (quien meses después dejaría el proyecto) ocurrió en el Festival Mozilla del 2014, un evento anual sobre software de código abierto que alojaba algunas actividades de ciencia abierta, como muestras de proyectos surgidos en el CERN WebFest. Fue a partir de este encuentro que comenzó a tomar forma la idea de organizar un evento sobre hardware abierto, específico para ciencia. En una entrevista, Grey comenta que intencionalmente abrió la conversación a Dosemagen, Dusseiller y Gaudenz a fin de contar con una perspectiva más amplia de ese primer evento que no contemplara solo la visión académica que aportaba Molloy, o de emprendedurismo que traía Austic, o su propia mirada desde la educación.

Luego de estas conversaciones iniciales y numerosos intercambios por correo electrónico, parte del grupo se encontró en la conferencia internacional Tech4Dev en 2014, organizada anualmente por Naciones Unidas en Lausanne, Suiza. Allí ya se encontraban Dusseiller y Gaudenz, que post-conferencia organizaron un primer taller de HCA en conjunto con Grey y Molloy, donde se fabricaron robots que nadaban y transmitían grabaciones desde el fondo del Lago Léman. Dusseiller reflexiona sobre los inicios de GOSH en una entrevista en 2019:

Creo que GOSH está reuniendo muchas redes y comunidades que ya existían o que han existido durante mucho tiempo, así que no es que GOSH haya empezado en un vacío en absoluto […] Estuvimos involucrados desde los primeros tiempos del movimiento de biohacking con Hackteria, esto fue creo que mucho antes de que muchos académicos abordaran el tema.

5.3 Primer contacto

A través de la intervención de Dosemagen, en 2015 la Fundación norteamericana Alfred P. Sloan aceptó costear la organización del primer evento. Sloan es una fundación independiente establecida en 1934 por el en ese entonces CEO de la General Motors, con el objetivo de financiar actividades de investigación y educación en ciencia, tecnología y economía. Uno de los representantes de la fundación había demostrado interés en las actividades de la Asociación de Hardware Abierto y en particular por el hardware abierto para ciencia, a partir de conocer a Dosemagen por su perfil público y trabajo en PublicLab. Aunque con interés en la participación pública en ciencia, el foco principal de Sloan está en financiar actividades que permitan expandir la adopción del HCA en particular en el ámbito académico.

Este primer financiamiento permitió organizar el encuentro de 2016 en IdeaSquare, un espacio de innovación abierta en el CERN. La elección de CERN responde tanto a una cuestión logística (es accesible desde cualquier punto de Europa) y a que Grey contaba con acceso por haber trabajado allí. Además, simbólicamente es relevante la elección del CERN dado el pionero trabajo de la colaboración europea en el campo del hardware abierto. Organizar un evento en CERN genera alta visibilidad, atrayendo participantes de todo el mundo. El espíritu de innovación abierta de IdeaSquare, sumado a que todos los participantes compartían espacios en el hostal del CERN, contribuyó a fomentar la sensación de pertenencia a una comunidad, como relata Dosemagen:

Creo que el evento de 2016, fue algo así como ‘no vamos a ir a una universidad y estar allí de nueve a cinco, vamos a hacer una especie de retiro y vamos a cocinar juntos, comer juntos, dormir en el mismo lugar, vamos a construir la comunidad de esa manera’.

A modo de broma, Grey menciona que fue él quien propuso el nombre “GOSH” para el grupo en este encuentro. Casualidad o no, el acrónimo ya había sido utilizado anteriormente para denominar otro evento, el Grounding Open Source Hardware, donde un grupo de participantes creó la temprana Open Hardware Design Alliance (OHANDA). OHANDA impulsó un programa de certificación previo al establecimiento del programa OSHWA, que se disolvería años más tarde.

En términos de participación, este primer evento contó con 54 participantes seleccionados a partir de 70 aplicaciones, principalmente de Europa y Estados Unidos, incluyendo educadores, investigadores, emprendedores y activistas. Una de las intenciones de los organizadores desde el comienzo fue lograr paridad de género y diversidad de formación en los participantes. Los métodos de organización comunitaria implementados por PublicLab, las técnicas de facilitación utilizadas en talleres de Hackteria y otras ideas tomadas de organizaciones en el ámbito de la ciencia abierta ya estaban presentes fuertemente en este primer GOSH. Andre Chagas, investigador brasileño radicado en Alemania y participante de todos los eventos de la comunidad, relata qué cosas le llamaron la atención de ese primer encuentro en 2016:

En el mundo de las conferencias académicas lo normal es que la gente viene a presentar durante horas y luego las discusiones más interesantes suceden en los pasillos. GOSH toma todo esto y lo pone al revés, los que están en los pasillos son llevados al centro y no de arriba hacia abajo.

Los cuatro días de programa fueron organizados en cuatro ejes: “Grandes desafíos”, “habilitando soluciones”, “compartiendo lo que sabemos”, y “financiando la ciencia colectivamente”, incluyendo presentaciones de Sean Bonner (co-fundador del proyecto Safecast en Japón), Denisa Kera (filósofa y diseñadora) y representantes de Kickstarter, plataforma de financiamiento colectivo. El resto del tiempo se auto-organizó con numerosas sesiones de “desconferencia” y talleres prácticos; el último día incluyó la presentación de artistas locales trabajando con HCA traídos por Dusseiller, y artistas del programa Arts@CERN.

Al finalizar el tercer día de encuentro, los participantes decidieron articular los que consideraban valores de la comunidad en el manifiesto GOSH, uno de los hitos que sentó las bases para el trabajo de los próximos años. En una publicación reciente, Kera et al. (2019) mencionan que su intención al participar de GOSH fue transmitir el mensaje de que el HCA también llega a comunidades pequeñas, fuera de las agendas de la big science, con impacto en la vida cotidiana de quienes participan; y que intentaron que estos valores aparezcan en el manifiesto. En palabras de Austic, sobre la confección del primer borrador del manifiesto:

[Quienes escribimos el borrador] estábamos en los extremos opuestos de las cosas, pero creo que porque forzamos esos dos aspectos [tecnología frugal versus emprendedurismo y gran escala] a trabajar en el mismo manifiesto, terminamos con cosas que tienen sentido.

El manifiesto además permitió trasladar el entusiasmo generado en el encuentro más allá del evento. Distintas personas alrededor del mundo encontraron el documento online y lo firmaron, y a partir de allí comenzaron a involucrarse más directamente. Thomas Mboa, quien luego sería uno de los co-fundadores de AfricaOSH, entró en contacto con la comunidad luego de firmar el manifiesto online.

5.4 Mirando al sur

La reunión de 2016 demostró que existía interés en el HCA, y además, que los participantes se encontraban desarrollando sus actividades de forma aislada, buscando apoyo en sus lugares de trabajo y comunidades. El evento fue cubierto por prensa tanto desde espacios de la comunidad maker y de biohacking, como Makery, Science Hackday PDX, Borders Festival; de la innovación social, como Interactivos!, de la academia como Nature News o Global Young Academy Connections, y por medios de comunicación masiva como The Guardian.

El apoyo sostenido de la Fundación Alfred P. Sloan y contribuciones menores de la Fundación Mozilla y la publicación científica HardwareX (Elsevier) permitieron organizar un nuevo encuentro en 2017, esta vez de alcance global. Como parte de las actividades, y a partir de la sugerencia de la Fundación Sloan, uno de los objetivos del encuentro era que las discusiones y perspectivas intercambiadas converjan en el proceso de escritura de una “hoja de ruta” o estrategia del movimiento. Austic recupera la lógica que llevó a organizar el encuentro fuera de Europa:

[Después de 2016] surgió que, debido a que esto va a ser global, vamos a llevar la pregunta “¿qué es el hardware científico abierto para ti?” a diferentes culturas del mundo, y dejar que esa pregunta se responda de cualquier manera que se responda en ese lugar.

El lugar elegido para realizar el encuentro fue Chile, bajo el tema “Construyendo un movimiento”. La elección de Latinoamérica como sede tuvo el objetivo de diversificar la comunidad y fomentar el debate en torno a las estrategias locales en materia de HCA. Chile cuenta con una escena activa de biohacking e innovación en laboratorios comunitarios; Molloy además estaba en contacto con un equipo de investigación dentro de la Universidad Católica de Chile, donde se realizó el evento, trabajando en tecnologías abiertas para biología sintética. El equipo de organizadores sumó a Max Liboiron, tras su participación clave en 2016, y a Fernán Federici, investigador de la Católica, en representación del equipo local. Antes de la reunión, en enero 2017 se creó el foro virtual de GOSH, plataforma que centraliza los debates virtuales de la comunidad.

Aunque la diversidad de participantes había sido uno de los ejes de selección en el evento de 2016, una encuesta distribuida después del encuentro mostró que los asistentes sentían que hacía falta ampliar la convocatoria. Es por esto que en 2017 todo el evento giró alrededor del concepto de equidad: se seleccionaron cien participantes de 30 países de entre 159 solicitudes, entre ellos un 48% de mujeres o género no binario, un 55% de participantes de países del sur global, 25% de minorías sub-representadas en ciencia y un 34% provenientes de organizaciones de la sociedad civil. El tiempo dedicado a desconferencias aumentó hasta ocupar el 70% del total, se diseñó un Código de Conducta y se designó una voluntaria para implementarlo. Otro de los objetivos de este encuentro fue identificar y apoyar a participantes activos, que quisieran impulsar el movimiento a nivel local. En una entrevista personal, una de las organizadoras destaca el tipo de trabajo necesario y lo que implica para ella organizar gente tan diversa:

El tema de la diferencia en un colectivo y de moverse juntos es que si no has identificado el bien común en el que estás dispuesto a encontrarte, a pesar de toda la diferencia, y no eres capaz de poner juntas las estructuras que pueden realmente poner en funcionamiento cómo todo el mundo se acerca a ese bien, no va a funcionar. Eso significa mucho trabajo de solidaridad: No te entiendo, no puedo lidiar con tu acento y no puedo entender lo que dices pero creeré que estamos trabajando hacia el mismo objetivo, lo que no significa necesariamente que estemos de acuerdo.

El programa de 2017 en la Universidad Católica de Chile incluyó cuatro días de actividad que comenzaron con una síntesis de los acuerdos alcanzados a partir del primer encuentro, incluyendo el manifiesto, y una capacitación breve a todos los asistentes en técnicas de facilitación. El objetivo de esta mini capacitación es que las sesiones y actividades permitieran a los participantes interactuar de la mejor manera posible. Además de las sesiones de desconferencia y talleres, hubo un espacio para la exposición de posters y hardware abierto al público, que atrajo gran visibilidad. Durante el tercer día se presentó la propuesta de elaboración de la hoja de ruta o roadmap, con Liboiron en el rol de facilitadora de los debates grupales para consensuar las principales ideas, estrategias y prioridades que se reflejarían en el documento. Después de estos cuatro días, algunos de los participantes organizaron dos días más de trabajo en colaboraciones y proyectos específicos.

La agenda de las sesiones de desconferencia cubrió temas que abarcaron desde estrategias anticapitalistas facilitadas por HCA hasta modelos de negocio basados en apertura, además de talleres prácticos que por ejemplo mostraban cómo construir un WaterScope. Un equipo de voluntarios se encargó de la documentación del evento, asegurándose que todas las sesiones tuvieran su documentación en el foro GOSH, tomando fotografías, y coordinando la escritura del reporte comunitario del encuentro.

5.5 Una hoja de ruta hacia 2025

El proceso de escritura de la hoja de ruta desarrollado en el encuentro de 201, se había iniciado en noviembre de 2016 tras la primera reunión, cuando varios participantes propusieron una serie de estrategias y acciones a seguir una vez terminado el evento. En un taller de escritura organizado en el CERN en marzo de 2017, esas primeras ideas se siguieron trabajando para presentarlas a la comunidad en el encuentro de Chile de una forma más organizada.

Durante el encuentro, cada sección del documento se discutió con los cien participantes en formato asamblea, que dieron su opinión, votaron y agregaron o quitaron secciones según su propia experiencia. La documentación de este proceso deliberativo, en cientos de post-its y afiches, se sistematizó entre marzo y septiembre de 2017 a través de reuniones virtuales mensuales y sesiones de redacción motorizadas por un grupo de voluntarios. En septiembre de 2017 se convocó un segundo taller de escritura en el CERN que invitó a un pequeño grupo de diez participantes, entre ellos los voluntarios del equipo de documentación, que siguieron trabajando sobre el primer borrador. Más allá de la instancia física de escritura, el proceso podía seguirse por streaming. La primera versión del documento fue publicada y abierta a comentarios en el foro de GOSH durante dos semanas. Estos comentarios volvieron a incorporarse, publicándose la versión final en enero 2018. En una entrevista personal, Molloy identifica este proceso como uno de los hitos de la comunidad:

Las reuniones, el manifiesto, la publicación de la hoja de ruta y el proceso de llegar a ella, la redacción de 7 meses de la hoja de ruta… Son importantes porque representan lo que la comunidad está haciendo.

La hoja de ruta final está estructurada en tres secciones: Aprender, Apoyar, Crecer. En cada una se detallan las grandes tareas a realizar para alcanzar el objetivo que se propuso la comunidad: que el hardware científico abierto sea omnipresente en 2025. Luego de la publicación, el documento fue presentado en distintos espacios accesibles a miembros de la comunidad, desde hackerspaces y espacios comunitarios a conferencias académicas; se utiliza también como herramienta para organizar los eventos satélite regionales, y constituyó la base de la organización del encuentro global 2018 en Shenzhen, China. En entrevista personal con Mboa, el coordinador de Africa OSH destaca la importancia del documento para el accionar colectivo:

La hoja de ruta de GOSH tiene un impacto muy grande; estoy usando los principios de la hoja de ruta en otros contextos para hacer otros proyectos, es un documento colectivo muy poderoso.

5.6 Hacia el otro lado del mundo

Después de un año agitado que incluyó la organización del primer encuentro global, los siete meses de proceso de escritura de la hoja de ruta, su publicación y difusión; el encuentro global de 2018 fue coordinado por el mismo equipo pero sin contar con Liboiron, con Dusseiller y Gaudenz volviendo como co-organizadores luego de asistir como participantes en Chile, con Besar Zasella y Ji Li como colaboradores locales, y la incorporación de Mboa, Federici y quien suscribe como representantes de ÁfricaOSH y la red latinoamericana respectivamente.

Siguiendo con la propuesta de ampliar el movimiento y fomentar la construcción de comunidades regionales, se consideró que llevar el evento a Asia era un buen próximo paso. Después del evento en Chile, las encuestas a los asistentes habían incluido la pregunta sobre la próxima sede, con opciones en Asia. Con todo el material de las respuestas, los organizadores establecieron una lista de 15 posibles lugares que incluía una comparación de costos de los vuelos, alojamiento, alimentación, disponibilidad de espacio, el apoyo local y la actitud positiva hacia grupos LGBT+. Dada su conexión con la Universidad de Tsinghua, Grey había propuesto Shenzhen como posible lugar para un evento GOSH ya en 2017. La decisión final fue entre la India y China, teniendo que decidirse por la segunda luego que la organizadora local en India declinara la participación por razones personales. Molloy cuenta en una entrevista personal cuáles fueron los criterios para elegir la sede de GOSH 2018:

La principal razón para elegir Shenzhen fue la financiación del gobierno, que no ocurrió, y la promesa de un equipo de apoyo local, que necesitábamos […] El problema con los visados fue una golpe bajo, pero tener el equipo local a bordo fue clave para que funcionara.

Organizar un evento en China con participantes de diferentes países implica un costo elevado principalmente en pasajes. Desde 2016, quienes son seleccionados para participar en GOSH cuentan con todos los gastos del viaje cubiertos. La Fundación Sloan siguió prestando apoyo a GOSH 2018, que se complementó con fondos de la Fundación Betty y Gordon Moore, que financia PublicLab y aceptó cubrir parcialmente algunos costos del evento. También se recibieron contribuciones de Kickstarter, PLOS, Ricolab, HardwareX y SeeedStudio, y se sugirió una cuota de inscripción para aquellos participantes que pudieran pagarla a fin de apoyar los gastos de viaje de otros participantes.

Organizar un evento sobre hardware abierto en Shenzhen tiene un carácter especial. La ciudad china, ubicada justo frente a Hong Kong, pasó de ser una aldea de pescadores de 30 mil habitantes en los años ‘70 a sus 30 millones actuales. Su designación como Zona Económica Especial a inicios de la década de 1980 impulsó el crecimiento y la llegada de inmigrantes desde diferentes rincones de China para trabajara, mezclándose con inmigrantes de países de todo el mundo atraídos por la posibilidad de hacer negocios que ofrece la ciudad (Yuan et al. 2010). En Shenzhen se encuentran tanto las fábricas de Apple como los mayores centros de falsificación de tecnología a nivel global. El mayor mercado de hardware existente hasta hoy, Huaqiangbei, se encuentra ubicado en un gigantesco edificio organizado por pisos dedicados a componentes específicos, que atrae a makers alrededor del mundo. La escena de hardware de la ciudad es muy importante e incentivada por el gobierno, contando con servicios de fabricación que permiten a pequeños hobbistas acceder a grandes escalas de producción, y agencias público-privados que promueven la innovación abierta a escalas no contempladas en otras latitudes como el Shenzhen Open Innovation Lab (SZOIL).

La encuesta post-GOSH 2017 mostró que una inquietud de la comunidad es comprender cómo “escalar” los desarrollos; Shenzhen es el lugar perfecto para conectar pequeños proyectos de prototipado generalmente financiados de forma colectiva con las fábricas que pueden convertirlos en productos. La contracara de esta situación es que la escena maker china está dominada por el discurso del emprendedurismo y la cultura de la startup. Los proyectos de educación STEM que utilizan hardware lo hacen también desde un lugar de construcción de capacidades para el emprendedurismo o la innovación social. Aunque existen makers feministas de alta visibilidad, la cultura hacker y activista/feminista en China existe pero es generalmente menos visible, por lo cual fue difícil para la comunidad GOSH acceder a esta escena local.

El evento GOSH 2018 se realizó en las instalaciones de OpenFIESTA (Open Faculty for Innovation, Education, Sciences, Technology and Art), un laboratorio de innovación abierta dedicado a la investigación y la educación, con espacios tanto de reunión como laboratorio de electrónica y biología, ubicado en el campus Shenzhen de la Universidad de Tsinghua. Aunque los contactos de miembros de GOSH permitieron acceder a algunos espacios de la escena hacker independiente, los esfuerzos de organización por alcanzar los objetivos demográficos se vieron retribuidos parcialmente, siendo la mayor dificultad poder llegar a participantes locales. Por otro lado, inconvenientes con los visados e ingresos a último momento de los participantes provenientes de África también contribuyeron a no alcanzar los objetivos.

El eje del evento fue “scaling hardware, growing community”. Se recibieron trescientas aplicaciones, entre los cuales se seleccionaron cien. Al igual que en instancias anteriores, el evento comenzó con una introducción que incluía la planificación colectiva de la desconferencia, la capacitación a todos los asistentes en técnicas de facilitación y un repaso de la historia del movimiento GOSH. El programa se condensó en 4 días, con actividades basadas en la hoja de ruta del año anterior. En cada uno de los tres primeros días se abordaron temas relacionados a cada sección del documento (aprender, sostener, crecer), en formato de panel de ponentes seguido de un debate plenario.

Al igual que en Chile el 70% del tiempo fue dedicado a sesiones de desconferencia incluyendo discusiones y talleres prácticos. Uno de los talleres más celebrados fue el de GynePunk, o técnicas de ginecología autogestiva utilizando HCA; en una sala contigua otros participantes armaban sus propios osciloscopios; otros discutían técnicas de documentación, cómo hacer sostenible un emprendimiento usando HCA, cómo abordar la sostenibilidad ambiental de los proyectos o cómo resistir la presión de las oficinas de transferencia tecnológica de las universidades. Todas las sesiones fueron documentadas por los participantes por un equipo voluntario de documentación en el foro GOSH.

El último día se dedicó a deliberar colectivamente sobre cómo transformar la hoja de ruta en un plan de acción asignando plazos y responsabilidades. Facilitado por Austic y quien suscribe, el proceso asambleario comenzó por hacer concretas las estrategias definidas en la hoja de ruta, y luego abrir un proceso de auto-asignación de responsabilidades. Después de la reunión, todas las acciones y responsabilidades fueron documentadas en un repositorio de GitLab GOSH, para poder rastrear su avance post-encuentro. Actualmente un bot realiza el seguimiento de las tareas y recuerda a los participantes que documenten el grado de avance.

Como en encuentros anteriores, se organizó un evento público que esta vez tuvo lugar en x.factory. Situado en el corazón de Shenzhen, x.factory es un emprendimiento público-privado que ofrece instalaciones de taller para makers con equipos de nivel de producción industrial, espacio de co-working y servicios de consultoría, conectando a la comunidad con los recursos de fabricación de la ciudad y con oportunidades de mercado. En este espacio se presentaron los proyectos más paradigmáticos de la comunidad, como Open Flexure, a una audiencia que incluía tanto funcionarios públicos como empresarios y makers. El programa se completó con una muestra de proyectos de arte y ciencia por parte de los GOSHers, y la organización de actividades pre y post encuentro para visitar hacklabs locales y colaborar en proyectos específicos, o visitar lugares emblemáticos de Shenzhen como Huaqiangbei. En una conversación informal con Ji Li, representante de la organización local Open Fiesta y parte del equipo organizador del evento, el investigador comenta qué le resulta interesante de la propuesta de GOSH:

Todo el mundo usa la palabra “maker” en China, todo el mundo desarrolla tecnología, todo el mundo tiene una start-up, pero aquí [con GOSH] hay una oportunidad: cualquiera puede usar estos dispositivos de código abierto para contribuir a la ciencia y hacer el bien.

5.7 Encuentros distribuidos

Durante el último día de GOSH 2018, parte de los fundadores comunicaron que no era su intención organizar una reunión global en 2019. Algunas de las razones aducidas fueron que el crecimiento de la comunidad desde 2016 volvía complicado centralizar las actividades en un solo encuentro manteniendo las características de GOSH; otro de los argumentos fue que un evento de estas características exige enormes esfuerzos de organización que descansan en el trabajo voluntario de un pequeño grupo. Molloy comenta su posición al respecto en una entrevista personal:

Llegamos al punto en que tenemos que excluir a la gente de venir al evento, la mitad de la gente no pudo venir a este GOSH [2018], y no es la posición en la que nos gustaría estar.

Esta decisión encontró algunas resistencias, generando tensiones con aquellos participantes que piensan que nadie debería adjudicarse la decisión de poder desarrollar o no un evento global. Teniendo en cuenta la postura de los organizadores, las tensiones de algunos participantes y otros debates surgidos durante la escritura de la hoja de ruta, se acordó que la mejor estrategia para el movimiento era la organización de múltiples eventos regionales y locales con el espíritu de GOSH, que se conecten entre sí. Además, los organizadores que participaron desde el primer día acordaron documentar de forma abierta qué hace que un evento GOSH sea tan característico, para que quien desee pudiera organizar un encuentro similar en cualquier latitud.

El primer caso de descentralización ya había surgido después de la reunión de 2017, cuando Thomas Mboa y Jorge Appiah se conocieron en la reunión de Chile y decidieron organizar un evento similar al de GOSH para los países de África. Mboa era estudiante de doctorado en Camerún, dirigido por la investigadora canadiense Florence Piron; su tema de trabajo era la descolonización del movimiento de ciencia abierta en África. Appiah por otro lado es un ingeniero y emprendedor africano co-fundador de Kumasi Hive, un hub de innovación en Ghana que provee capacitación en tecnologías emergentes a jóvenes desempleados y estudiantes, y desarrolla proyectos tecnológicos de innovación social en un marco de emprendedurismo. La primera edición de AfricaOSH se realizó en el espacio Kumasi-hive en 2018; la segunda edición se realizó en 2019 en el makerspace STICLab en Dar es-Salaam, Tanzania. El foco de AfricaOSH va más allá del hardware abierto para incluir la ciencia abierta en general; en el contexto del auge de los “innovation hubs”, la forma que toma GOSH en África tiene mucho que ver con la cultura del emprendedurismo y la innovación social. En una entrevista personal, Mboa reflexiona sobre su encuentro con Appiah:

Su abordaje [de Appiah] era muy diferente al mío, él tenía esta idea de comunidad, de estar inserto en GOSH […] tuvimos esta gran discusión sobre ¿cómo podemos llevar esta conversación a África, desde los africanos? Así que AfricaOSH comenzó con una discusión entre Jorge y yo en Chile.

En América Latina la red tiene características diferentes. Algunos “GOSHers” ya estaban conectados a través de otras redes preexistentes relacionadas con las tecnologías para el desarrollo. La más relevante es tecnoX, un encuentro auspiciado por UNESCO que se realiza anualmente en diferentes países latinoamericanos donde estudiantes de la región proponen proyectos abiertos de biología sintética con impacto local, que luego desarrollan y presentan el día del evento. Surge como la versión regional de la competencia internacional de estudiantes de biología sintética iGEM que comenzó en 2003 como un curso independiente del MIT; pero con un espíritu más de colaboración que de competencia.

Durante el encuentro de 2017 en Chile los GOSHers latinoamericanos ya habían identificado la necesidad de armar una red regional, oportunidad que se concretó cuando volvieron a encontrarse en el evento TecnoX de 2018 en Valparaíso. El grupo incluía investigadores de Argentina como Gustavo Pereyra Irujo, Alejandro Nadra y quien suscribe, chilenos como Paz Bernaldo y Federici, brasileños del Centro de Tecnología Académica como Pezzi y Marina de Freitas, y peruanos como Pierre Padilla-Huamantinco de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, y estudiantes y colaboradores de la Universidad Católica de Chile.

En ese encuentro se acordó que la mejor manera de avanzar el trabajo regional era produciendo tecnologías localmente, a través de residencias regionales para la construcción de HCA. Las residencias son estancias de tres semanas en las cuales miembros de la red se reúnen en un país elegido ese año como sede, y fabrican con materiales locales diseños de HCA elegidos de antemano por su impacto social en la región. Para desarrollar este programa se aplicó a un subsidio del Programa iberoamericano de ciencia y tecnología para el Desarrollo (CyTED), que se obtuvo y permitió asegurar fondos para actividades entre 2019 y 2022. La primera residencia tuvo lugar en agosto de 2019 en Porto Alegre (Brasil), en el Centro de Tecnología Académica.

La red, denominada reGOSH, comenzó con el objetivo de gestionar las residencias, para poder obtener diseños de HCA regionales hechos con materiales accesibles y construir la capacidad de fabricación necesaria en los nodos de la red. La pandemia impidió la continuación de las residencias en 2020, pero la red sigue activa y en proceso de consolidación de sus objetivos estratégicos. Entre ellos se encuentran constituirse como referencia para el desarrollo de HCA regional, generar alianzas con usuarias de estas tecnologías dentro y fuera de la academia y elaborar recomendaciones de políticas para la promoción del HCA en la región.

En el norte global también se realizaron eventos satélites GOSH. En Canadá, “Great Lakes GOSH” se desarrolló en julio de 2019 con el objetivo de generar nuevas colaboraciones y mejorar la interoperabilidad entre el hardware y el software de código abierto, a partir de la producción de proyectos concretos. El evento siguió el modelo GOSH de desconferencia, sesiones y talleres prácticos más un hackathon, y fue documentado principalmente en el foro de la comunidad. En Suiza, GOSHers europeos crearon una campaña de financiamiento colectivo y organizaron un evento para trabajar en el proyecto ReSeq; este proyecto pretende hackear antiguos secuenciadores de ADN descartados por universidades para convertirlos en instrumentos de código abierto que puedan ser utilizados en otras investigaciones.

A inicios de 2020, antes de la pandemia de COVID-19, el Bath Open Instrumentation Group (BOING) de la Universidad de Bath en el Reino Unido, parte de GOSH, organizó un evento que a diferencia de los típicos de la comunidad fue puramente académico. Incluyó charlas y discusiones acerca de cómo avanzar el HCA en la academia, contando con la participación y presentación de Adrian Bowyer, fundador del proyecto RepRap y profesor de la misma casa de estudios. Estas discusiones incluyeron también a autoridades de las oficinas de transferencia tecnológica de la universidad, quienes plantearon sus preguntas sobre la compatibilidad entre la práctica del HCA y la necesidad de patentar las innovaciones por parte de la institución. BOING continúa trabajando en el tema desde su proyecto insignia Open Flexure, organizando discusiones y conversaciones entre actores clave con el objetivo de establecerse como referencia del uso y producción de HCA en la academia.

En este contexto de descentralización de actividades, durante el período de pandemia llegó la noticia de que la Fundación Alfred P. Sloan estaba dispuesta a financiar GOSH por tres años más para un programa que incluya más actividades que el desarrollo de eventos. Este nuevo financiamiento fue recibido con sorpresa por parte de la comunidad generando tensiones, ya que implicó la creación de una organización no gubernamental en Estados Unidos, non-profil 501, a fin de gestionar los fondos. Este proceso resultó en la contratación por parte de GOSH Inc. de personal para cubrir el rol de coordinación o community management y el rol de facilitación de las sesiones o llamadas comunitarias, además de la creación de grupos de trabajo para la definición de un sistema de gobernanza, y la votación (en curso) de un concejo comunitario.

En una entrevista personal en 2019, Gaudenz comenta lo que significa para él trabajar en una comunidad abierta como GOSH:

No hay nada en el mundo que puedas tomar y no devolver. Tan pronto como empieces a participar en una comunidad abierta, tan pronto como empieces a usar los recursos de una comunidad abierta, nosotros también nos involucramos y tú tienes la responsabilidad de compartir, de contribuir.

5.8 Resumen del capítulo

En este capítulo se introdujo, a modo de presentación del movimiento y en un tono de cronología, la serie de eventos que se sucedieron desde las primeras conversaciones entre los fundadores de GOSH en 2014 hasta la creación de la organización no gubernamental en 2020 y las discusiones de gobernanza. La presentación de los hitos de la comunidad, incluyendo los encuentros globales pero también la redacción colaborativa de documentos de estrategia y acción y el proceso de descentralización, permiten contextualizar el el estudio de casos múltiples en el sur global.

La descripción muestra la lógica detrás de la evolución en el tiempo de GOSH, la extensión y diversidad de las redes de los participantes en el movimiento, su conexión con diversos tipos de instituciones e indicios de tensiones entre formas de concebir la acción colectiva. Hacia el final, la presentación de las redes regionales pretende brindar contexto sobre las discusiones que anteceden a los proyectos de GOSH en el sur global.

Luego de esta primera aproximación, el próximo capítulo presenta un análisis del colectivo en términos de construcción del movimiento; se caracteriza la diversidad de grupos que confluyen en la acción colectiva de GOSH con énfasis en sus tensiones y de qué forma son aprovechadas para alcanzar sus objetivos.