Capítulo 6 Construcción de un nicho estratégico de innovación

6.1 Introducción al capítulo

Uno de los objetivos de este trabajo consiste en comprender en qué medida y de qué forma el movimiento global por el hardware científico abierto (GOSH) constituye un nicho estratégico de innovación, con las particularidades de los movimientos de innovación de base. El capítulo anterior presentó la historia de GOSH para contextualizar esta pregunta. Este capítulo contribuye al objetivo presentando los resultados del análisis de información documental, observación participante y entrevistas a trece informantes clave durante 2017-2020, en el contexto del marco teórico y la metodología presentados en los capítulos tres y cuatro de este trabajo. Una versión de este capítulo en formato artículo se encuentra en prensa en la revista International Journal of Engineering, Social Justice and Peace y disponible como pre-print en SocArxiv14 .

El capítulo comienza con la descripción del contexto de inserción de GOSH, desde donde se teje la historia reconstruida en el capítulo anterior. La siguiente sección abre el análisis presentando los principales actores y marcos conceptuales que informan el movimiento y dan forma a su acción colectiva. Continúa con la caracterización de los diferentes espacios que los participantes de GOSH abren para sus actividades y las estrategias que utilizan para hacerlo. Finaliza con una síntesis de estos resultados a la luz del enfoque de movimientos de innovación base y la teoría de transiciones, caracterizando GOSH como nicho estratégico de innovación.

6.2 Radicalizando ventanas de oportunidad

Los primeros proyectos comunitarios que combinan hardware abierto y ciencia surgieron hacia fines de la década del 2000; el libro paradigmático de Joshua Pearce sobre cómo armar un laboratorio con hardware abierto (usualmente referido como la “biblia” del HCA) fue publicado en 2012. Las oportunidades materiales que se habilitan a fines de la década del 2000, como la fabricación digital, la masificación de internet, el costo históricamente bajo de los componentes electrónicos; combinadas con artefactos como las licencias abiertas para hardware abierto, los foros de discusión, las listas de correo; facilitaron el surgimiento y crecimiento de numerosos proyectos de HCA. Otras iniciativas intentaron hacia el inicio de la década reunir a la comunidad desarrollando hardware abierto para ciencia, sin éxito. ¿Por qué GOSH lo logra?

A diferencia de sus antecesores, son las oportunidades políticas y los cambios culturales los que permiten a GOSH articular esa actividad material con un discurso de cambio que llega a un número de actores mayor y de naturaleza diferente. A partir del análisis del contexto surgen principalmente tres antecedentes relevantes que re-configuran la percepción sobre la participación en ciencia y tecnología, y que son aprovechados por GOSH.

Una de esas oportunidades políticas viene asociada a un auge de las “civic technologies” durante los primeros años de la década del 2010. Dosemagen, co-fundadora de GOSH, explica en una entrevista personal en 2019 cómo percibía estos cambios en ese momento:

hubo un amplio movimiento en torno a la tecnología cívica, y en los Estados Unidos específicamente también hubo un movimiento en torno a OpenGov y Gov 2.0, la gente siendo capaz de tener sistemas de gobierno […] vimos enormes cambios en la forma en que la gente estaba pensando en la creación y el uso de la tecnología […] hubo un sponsor que estaba dispuesto a decir “vamos a darle medio millón de dólares sólo para probar este modelo y ver qué pasa” y esa es una situación de financiamiento muy, muy, muy inusual.

Uno de los casos paradigmáticos de este tipo de iniciativas fuera de los Estados Unidos es el de Safecast, la respuesta comunitaria ante el desastre nuclear de Fukushima en 2011. El volumen de participación ciudadana y de datos generados por Safecast fue tan significativo que el Organismo Internacional de Energía Atómica invitó a sus organizadores en 2014 a un taller de políticas. Esta legitimación de la iniciativa frente a los múltiples detractores de la validez científica de los datos producidos sentó un precedente positivo para proyectos similares alrededor del mundo. Hoy, a diferencia de inicios de la década, está aceptado que las iniciativas comunitarias distribuidas tienen el potencial de producir datos que pueden resultar útiles para la toma de decisiones en esferas de la política, al complementar las mediciones oficiales.

Otro de los antecedentes relevantes viene dado por los logros del movimiento de ciencia abierta a principios de los años 2000 y profundizados en la última década, que normalizaron en la academia el lenguaje y las ideas de la apertura, promoviendo debates transversales a todas las disciplinas respecto de los derechos de propiedad común del conocimiento científico. El primer encuentro fortuito de Austic y Molloy ocurrió en una conferencia de ciencia abierta; las tempranas experiencias de Pezzi y el Centro de Tecnología Académica en Brasil con HCA se presentaban dentro de eventos de la comunidad de ciencia abierta. GOSH presenta sus propuestas enmarcadas directamente en el discurso del este movimiento: “no hay ciencia abierta sin hardware científico abierto”, radicalizando el reclamo de participación y transparencia en los procesos de investigación.

Más cercano en el tiempo, la crítica abierta y reconocida sobre la falta de diversidad e inclusión en la producción de conocimiento académico se ve reflejada en el aumento de publicaciones sobre el tema en revistas prestigiosas, la implementación de programas dedicados al tema en universidades, el requisito de “inclusión y diversidad” en los proyectos de investigación. A medida que la diversidad e inclusión se normalizan en la academia, son menos los actores que pueden cuestionar abiertamente la demanda de GOSH de aumentar la diversidad en producción de conocimiento sin pagar costos. Existen aquellos que no se ven interpelados por el discurso, pero toman una actitud de alejamiento en lugar de confrontación abierta. Una de las organizadoras comenta sobre este cambio de percepción en una entrevista personal realizada en 2019:

Hay algo que está sucediendo en todos lados en la producción de conocimiento formalizado, en la academia, en la industria, que es el reconocimiento de que realmente hay estas otras formas de conocimiento ahí fuera, que son útiles y verdaderas en diferentes parámetros […] estas cosas han estado sucediendo durante mucho tiempo, y creo que el cambio ha sido impulsado por las instituciones y normas establecidas sobre el conocimiento, dándose cuenta de que no sólo necesitan sino que quieren estos otros tipos de conocimientos

Como mencionan los entrevistados que forman parte de proyectos comunitarios, el hardware científico abierto ya venía sucediendo por fuera de los ámbitos formales pero sin el nombre, de forma aislada o en redes por “disciplina”, como en el caso del biohacking o la respuesta a conflictos socioambientales. Los ejemplos mostrados anteriormente ilustran cómo en 2016 el terreno se encontraba más preparado que a inicios de la década para que actores académicos interesados en la temática se sumen al movimiento, con menos riesgos de quedar asociados al activismo. En una especie de efecto bola de nieve de legitimidad, la presencia de estos primeros académicos que se unieron a GOSH, en general provenientes de universidades europeas y estadounidenses, aumentó la credibilidad en el movimiento y atrajo a otros.

Los logros de iniciativas y movimientos anteriores habilitan que la discusión sobre las herramientas científicas abiertas sea percibida como menos radical y por ende más posible. Una de las estrategias más comunes de esas primeras iniciativas comunitarias era mostrarse como neutrales, en respuesta a los innumerables ataques a la legitimidad de los datos producidos. Safecast, trabajando desde el inicio en un campo controversial como es la radiación nuclear, siempre se definió como una iniciativa “apolítica” y “pro datos”.

La propuesta de GOSH en este sentido resulta mucho más radical y explícitamente política desde el manifiesto; puede permitírselo porque aunque existen voces que cuestionan la legitimidad de los datos comunitarios, son más fuertes los antecedentes de éxito donde puede hacer pie. El movimiento de ciencia abierta, con el foco puesto en el acceso a las publicaciones y datos científicos, a partir de cuestionar quién es propietario del conocimiento, también brinda la plataforma necesaria para que GOSH pueda ir más allá, pidiendo que las herramientas para hacer ciencia estén en más manos de diferentes personas. Sobre estos hitos anteriores que corren el horizonte de cambio imaginable, GOSH propone ir un poco más allá, construyendo un mensaje que llega tanto a participantes comunitarios como académicos, y con ellos llegan sus ideas, estrategias y espacios por ocupar.

6.3 Marcos conceptuales en GOSH

Los fundadores y participantes en GOSH provienen de una amplia variedad de espacios, aportando múltiples visiones y escuelas de pensamiento que convergen en la propuesta principal enunciada en el manifiesto del movimiento (Community 2016). Las siguientes secciones describen estos marcos conceptuales en términos de actores, sus motivaciones, cómo problematizan el escenario y sus visiones para el HCA.

6.3.1 Ciencia abierta

GOSH encuentra un número significativo de sus activistas en investigadores dentro de la academia, principalmente en las ciencias naturales y las ingenierías. La distribución de la comunidad cambió intencionadamente después de la primera reunión en 2016, ampliando la proporción de participantes de África y América Latina al panorama original dominado por investigadores de Europa y Estados Unidos.

Los académicos dentro de GOSH expresan que una de sus principales motivaciones para sumarse al HCA es un problema que sus predecesores fueron capaces de resolver y que ellos no pueden solucionar: estudiar, compartir, reparar y adaptar las herramientas científicas para que se ajusten a sus necesidades específicas de investigación. Por el contrario, hoy en día las herramientas científicas son muy difíciles de arreglar, personalizar o inspeccionar completamente, debido a las restricciones de las patentes y los diseños cerrados.

Esta problematización no está lejos de las reivindicaciones de otras comunidades que abogan por un rol más activo de las usuarias-desarrolladoras de tecnología, como el movimiento por el Derecho a Reparar: “Queremos reparar las cosas que poseemos, para poder usarlas durante más tiempo” (Opsomer 2020) o la comunidad maker: “El mejor atributo de un espacio maker bien gestionado es el intercambio de habilidades y conocimientos” (Hatch 2014). Sin embargo, los investigadores en GOSH perciben que las barreras a las que se enfrentan las usuarias de las herramientas científicas son particulares y diferentes que las del movimiento maker, planteando la implicancia del HCA para el sistema de producción de conocimientos y para la sociedad en su conjunto. En una entrevista personal en 2019 Austic, co-fundador de GOSH con perfil académico-emprendedor, describe este nicho particular: “En la conferencia anual de la asociación de hardware abierto la gente no está hablando de cómo hacer para influir sobre la ciencia; y en las conferencias de ciencia abierta todo se trata del acceso abierto a las publicaciones”.

No poder acceder a los planos del hardware científico se traduce en importantes retrasos, costos para los investigadores y equipos no funcionales que se acumulan en los laboratorios de las universidades. La dependencia de los proveedores también representa un riesgo para la investigación, ya que las empresas pueden quebrar, abandonar una línea de productos o perder personal especializado. Gaudenz, ingeniero e investigador suizo y uno de los principales referentes en GOSH, lo enmarca como un problema más amplio relacionado con la cultura académica y la dinámica de poder dentro de las universidades, previendo que “en 20 a 50 años no va a haber ninguna investigación que no esté basada, al menos parcialmente, en hardware abierto […] todas estas jerarquías y grupos de investigación cerrados y el paradigma de competencia, es un completo desastre”.

En este marco conceptual, la visión del HCA se concibe como habilitadora de una “mejor ciencia”: los diseños pueden ser inspeccionados o revisados por pares de manera transparente evitando la duplicación de esfuerzos, obteniendo mejores resultados, facilitando la reproducibilidad y potencialmente favoreciendo la carrera académica de los desarrolladores de hardware. Mientras que algunos de estos beneficios previstos se muestran ya en la literatura (Pearce 2014), los posibles beneficios para los desarrolladores de hardware siguen siendo un pendiente para la comunidad académica de GOSH. Aunque existen revistas dedicadas específicamente al hardware abierto, tanto corporativas como HardwareX (Elsevier) o comunitarias como el Journal of Open Hardware, todavía se está debatiendo la forma de implicar a las universidades y presionar para que se reconozca la labor de desarrollo de HCA (Stirling 2020).

Todos los entrevistados mencionan como una de las principales motivaciones de su práctica de HCA la capacidad de personalizar las herramientas para sus propias necesidades. Esto se refleja en la mayoría de los talleres prácticos durante los eventos, donde se enseñan conocimientos básicos de hardware, se muestran nuevas adaptaciones o discuten formas novedosas de documentación (GOSH 2019). En la hoja de ruta de la comunidad (Community 2018) el HCA se presenta como una oportunidad para ahorrar costos de reparación y compras de equipos, aprovechar la capacidad del personal técnico en las universidades, fomentar la colaboración y desarrollar pedagogías más útiles en STEM. En una entrevista en 2019, Li, co-organizador de GOSH y parte de una iniciativa de educación abierta en la Universidad de Tsinghua en China refuerza esta idea: “El sistema de investigación no está listo para el futuro, hay muchos recursos desperdiciados: los departamentos compiten entre sí cuando podrían estar haciendo cambios significativos si compartieran”.

A modo de síntesis, este marco conceptual concibe el HCA como una forma más eficiente y conveniente de hacer ciencia para los académicos, estudiantes, instituciones, empresas, pero en última instancia para la sociedad, que se beneficiaría de una innovación acelerada y un mayor acceso a más y mejores conocimientos a nivel global.

6.3.2 Justicia ambiental y justicia cognitiva

“Justicia ambiental” (EJ por sus siglas en inglés) como concepto refiere tanto a un movimiento social como a un cuerpo de literatura de las ciencias sociales, que trata la cuestión de cómo se distribuyen los beneficios y los daños ambientales dentro de la sociedad, pero más ampliamente, de cómo las comunidades pueden participar en igualdad de condiciones en la discusión de políticas ambientales, siendo sus prácticas reconocidas y valoradas (Agyeman et al. 2016). Entre sus principios se encuentran la producción de conocimiento, las prácticas y las evaluaciones situadas, asegurar el reconocimiento de las demandas y contribuciones de las comunidades e identificar los obstáculos para la participación. Como movimiento cuenta con una tradición de prácticas de empoderamiento comunitario a través de actividades de monitoreo ambiental y procesos de producción de conocimientos (Roberts y Toffolon-Weiss 2001; United Church of Christ 1987). En una línea similar pero campos diferentes, la justicia cognitiva (CJ por sus siglas en inglés) hace un llamamiento a la fraternidad entre las formas de conocimiento (Visvanathan 2006), afirmando que nuestra sociedad privilegia el conocimiento científico sobre otras formas de conocimiento y que esto tiene consecuencias sociales, económicas y políticas indeseables para las comunidades (Mgbeoji 2014).

EJ y CJ son temas frecuentes en las reuniones de GOSH. Entre los principales actores asociados a este marco conceptual se encuentran activistas, ONGs, investigadores en ciencias sociales que ven en el HCA una poderosa herramienta para fomentar el cambio social, logrando objetivos más allá del ámbito académico y de las formas convencionales de producción de conocimientos. Su principal motivación se basa en el hecho de que la mayoría de la población, a menudo sometida a injusticias ambientales o de otro tipo, tiene un acceso restringido a las herramientas científicas y, por lo tanto, no puede utilizarlas para sus propias necesidades de investigación o educación.

La existencia de un modelo cerrado y patentado de herramientas científicas se postula como la consecuencia de una concentración de la capacidad de diseñar tecnología en grupos pequeños y privilegiados, creando una asimetría de poder entre los creadores de las herramientas y las usuarias de las mismas. Esta asimetría se problematiza de diferentes maneras:

  • Las patentes promueven la concentración de la producción, generando costos prohibitivos e inaccesibilidad en algunos lugares (por ejemplo, restricciones a las importaciones);
  • Cuando la tecnología está disponible, las personas no pueden utilizarla eficazmente en algunos contextos o necesidades particulares que no fueron considerados en el diseño;
  • Cuando la tecnología está disponible, muchas veces no es accesible para un grupo de personas, ya que no se consideraron originalmente como usuarias.

El modelo cerrado se ve, por lo tanto, como la reproducción de injusticias sistémicas. La falta de acceso a las herramientas de producción de conocimientos para los sectores menos representados significa que se producen más conocimientos asociados a grupos dominantes (occidentales, blancos, masculinos, académicos), mientras que se invisibiliza a los grupos no hegemónicos (de bajos recursos, indígenas, mujeres, no académicos). En relación con el concepto de ciencia no hecha (Hess 2016), dado que las herramientas sólo son dominadas por los académicos, los gobiernos o los mercados, el conocimiento producido es sólo el que interesa a esos actores. Como las comunidades no tienen los medios para producir sus propios conocimientos, sus programas quedan invisibilizados. En una entrevista en 2019, Una de las organizadoras se expresa al respecto: “El conocimiento local, el conocimiento ecológico tradicional, el conocimiento situado el conocimiento de las mujeres, así como la ciencia abierta […] tal vez no parezca ciencia, pero es una búsqueda sistemática de conocimiento sobre el mundo material”.

Las ideas de EJ son mencionadas explícitamente por los entrevistados de origen activista o no académico, además de aparecer en documentos de la comunidad como la hoja de ruta y en la documentación de eventos. Más allá del discurso están arraigadas en la práctica: gran parte de los proyectos GOSH trata sobre comunidades usando HCA para monitorear el ambiente, y en las sesiones de los eventos globales este es uno de los temas que aparecen más frecuentemente. También constituyen la base de la estrategia de diversidad que todos los entrevistados identifican como lo que hace que GOSH se diferencie de otras comunidades dentro de la academia y la industria. Como tales, se las puede observar en el manifiesto de la comunidad:

La gente tiene derecho al conocimiento, y por lo tanto un derecho a las herramientas para obtener ese conocimiento. Las usuarias alinean sus tecnologías con sus valores convirtiéndose en creadores […] El hardware de ciencia abierta está abierto a todos, sin consideraciones de antecedentes académicos, país, raza, sexo o religión y no tolera la discriminación por estos motivos [… El hardware de ciencia abierta pone el conocimiento local en acción y contribuye a la justicia cognitiva […] No tienes que ser un “biólogo” para hacer biología, o tener un título para hacer investigación […] GOSH permite a las personas realizar investigaciones basadas en las necesidades de sus comunidades (Manifiesto de GOSH, 2016).

6.3.3 Tecnologías apropiadas y pedagogías críticas

El término “tecnología apropiada” (TA), acuñado en los debates económicos sobre el desarrollo de los años ‘60 (Smith et al 2017), implicaba un determinado conjunto de características: tecnologías de bajo costo, fabricadas con materiales locales, empleando mano de obra local, en pequeña escala, sin necesidad de conocimientos técnicos de alto nivel o educación hegemónica, desarrollo colaborativo o colectivo, no utilización de patentes u otros instrumentos de propiedad intelectual. En algunos contextos también incluía instancias de participación donde las comunidades definían sus propios problemas y experimentaban con sus propias soluciones (Fressoli y Arond 2015). En Latinoamérica en particular, las ideas de la TA se vieron influidas por las conceptos de las pedagogías críticas, en los que la educación se entiende como un instrumento para el pensamiento crítico y la movilización política (Fals Borda 1979; Freire 1973).

Muchos de los participantes en GOSH son educadores y activistas con formación en pedagogía crítica. Estos actores problematizan el sistema cerrado de hardware científico como un impedimento para el acceso a la tecnología, favoreciendo soluciones únicas que no tienen en cuenta las peculiaridades de los diferentes contextos. El hardware propietario se enmarca como una de las causas del acceso asimétrico norte-sur a la ciencia y la educación, reforzando la dependencia tecnológica y entorpeciendo la educación, la inserción laboral y el desarrollo de soluciones locales a los problemas de la comunidad. En una entrevista en 2019 con Mboa, coordinador de Africa OSH, se exponen estas ideas en referencia al HCA en África: “debemos evitar replicar simplemente lo que viene de afuera […] tenemos que apropiarnos, contextualizar y ver lo que es bueno para nosotros o lo que no es bueno para nosotros”.

Las visiones dentro de este marco giran en torno al HCA como una forma de democratizar la ciencia y la tecnología, reducir la brecha tecnológica y contribuir al desarrollo en países de la periferia. En conversaciones personales con participantes del movimiento trabajando en iniciativas educativas en Nepal, las referencias a los trabajos de Freire eran frecuentes, al igual que la utilización del concepto de “tecnologías apropiadas”. Los entrevistados de comunidades africanas o latinoamericanas, en concordancia con estudios anteriores que muestran la conexión con temáticas de desarrollo postcolonial y económico (Kera 2015), postulan al HCA como una vía para que los grupos menos privilegiados puedan acceder, aprender y utilizar herramientas científicas para sus propias necesidades de investigación, educación y desarrollo.

6.3.4 Cultura hacker y trans hacktivismo

El movimiento hacker, cuya filosofía y práctica informa a la mayoría de las comunidades abiertas y de producción de pares (Benkler 2006), suele asociarse con un espíritu basado en valores liberales como la libertad de información y expresión, el derecho a la privacidad, la meritocracia y el poder de los individuos (Coleman 2004; Levy 1984). Sin embargo, la articulación de estos conceptos adopta formas diferentes a través de la interacción con otras líneas de pensamiento, creando un conjunto de expresiones relacionadas pero diferentes en torno a la propiedad, el trabajo y la creatividad (Coleman y Golub 2008). Una de estas expresiones, el trans hacktivismo, presenta puntos de intersección con los marcos descritos anteriormente: combina conceptos de la cultura hacker con el feminismo interseccional y la teoría queer, la pedagogía crítica, la descolonización de la tecnología y el autonomismo.

Los artistas, biohackers, trans hacktivistas en GOSH trabajan en un continuo entre el oficio, la ciencia y el arte, participando normalmente a través de talleres prácticos durante los eventos globales. Muchas de ellas también forman parte de comunidades de biohackers, como Hackteria o DIY Bio, o de iniciativas más institucionales como el concurso iGEM o el MIT Summit.

Las transhacktivistas construyen su principal problematización en torno al predominio de una perspectiva única incorporada en el diseño de la tecnología, su poder normativo y las consecuencias para los individuos. Plantean que la hegemonía en el diseño tecnológico restringe las posibilidades de que surjan y crezcan visiones alternativas de la ciencia y la tecnología. Los temas habituales incluyen la normalización de las identidades y los cuerpos (Forlano 2016; Tsang 2017), la pérdida de privacidad debido al capitalismo de la vigilancia, y las expresiones patriarcales en la tecnología (Davis 2016). El taller “Uso del espéculo de forma práctica - Laboratorio de hardware transfeminista” tuvo lugar durante el evento global GOSH 2018, con la siguiente descripción:

“El hardware principal es el cuerpo”. La propuesta de la sesión fue discutir el contexto del transhackfeminismo y la intersección con el HCA. Hubo dos talleres propuestos por Paula Pin: Coñurt (elaboración de yogur con el lactobacilus vaginal) y la prueba fácil de vinagre para el HPV. La sesión se basó en una introducción sobre cómo el transfeminismo propone más autonomía en términos ecológicos y ginecológicos, para luego centrarse en el propio cuerpo (GOSH, 2019).

El transhacktivismo valora la colaboración en lugar de la competencia, el ser autodidacta, la experimentación y el fracaso como parte de la experiencia de crear tecnología. Su visión enmarca el HCA como un instrumento para desarrollar infraestructuras autónomas, descolonizar la tecnología y descentralizar el poder que ejerce sobre los cuerpos.

6.3.5 Interacciones, tensiones y sinergias

El marco conceptual colectivo de GOSH ha cambiado a través del tiempo según la dinámica de la interacción entre las corrientes presentadas. Las visiones sobre lo que es o debería ser el HCA difieren entre los actores y actualmente están evolucionando como respuesta a los procesos de descentralización.

La dinámica de esta interacción puede rastrearse a lo largo de las sucesivas reuniones e hitos de la comunidad. Tras determinar que era necesario organizar un primer evento sobre HCA, el primer grupo de organizadores, identificado en su mayoría con el marco de la ciencia abierta y la educación formal, convoca intencionadamente a los actores comunitarios que trabajan con HCA en contextos diferentes -una mezcla de activistas comunitarios, educadores, artistas-. Esta apertura dio como resultado una diversidad de asistentes e ideas en la reunión de 2016, y la publicación del manifiesto GOSH que contiene los valores que estas comunidades consideran importantes. Una de las organizadoras menciona, en una entrevista en 2019, como la definición de tecnología se amplió a lo largo del tiempo en GOSH:

La definición de tecnología [en la reunión de 2016] fue mucho más limitada que, digamos, el segundo año de GOSH, la idea de lo que es un fabricante o inventor era todavía un poco más limitada que la de Chile, tanto en la concepción de lo que significa abierto, como de lo que significa la ciencia y la tecnología.

Previo al segundo evento global, los criterios de selección de participantes se anclaron en un enfoque de equidad, lo que dio lugar a una reunión mucho más diversa. La proporción de participantes extra-académicos, los esfuerzos dirigidos a facilitar la deliberación para construir la hoja de ruta y el contexto de América Latina, donde una alta proporción de los proyectos de HCA se orientan a problemáticas sociales, dieron a este encuentro un sabor diferente. Austic menciona cómo en el encuentro de Chile las ideas que dominaron fueron diferentes al encuentro en CERN:

En Chile 2017 había mucha gente de izquierda, y que trajo esa filosofía para explicar por qué el hardware científico abierta era relevante, para empoderar a la gente menos privilegiada, y no es algo que hubiera surgido de un contexto europeo al hacer la misma pregunta.

De manera similar, los objetivos demográficos no alcanzados, la visibilidad menor de la comunidad activista local y el contexto chino altamente orientado al emprendedurismo dieron a la reunión de 2018 un estilo diferente. Sobre los dos años anteriores de crecimiento y tras el proceso de redacción de la hoja de ruta, los debates se centraron en cómo escalar, cómo crecer. La problematización se basó principalmente en cómo hacer crecer el movimiento y las estrategias para influir en las instituciones, principalmente de educación e investigación. De esta manera, la influencia del marco conceptual de la ciencia abierta, más institucionalizado, se hizo más fuerte.

En cuanto a la acción colectiva, la interacción de los marcos proporciona claros beneficios a los participantes y una cierta flexibilidad a GOSH. El mensaje se puede dirigir a múltiples destinatarios con vocabularios y narrativas adaptadas: mientras que algunos miembros de GOSH publican artículos científicos a favor del HCA de forma convencional, otros aparecen en eventos comunitarios o talleres que difunden los valores e ideas del HCA, contribuyen a que actores no académicos aprendan a construir HCA o desarrollan instalaciones artísticas que utilizan herramientas abiertas. Las redes disponibles aumentan y se diversifican, incrementando la posibilidad por ejemplo de conseguir fuentes de financiamiento para las actividades.

Los diseños desarrollados por los académicos obtienen más difusión y usuarias en comunidades a las que sería muy difícil llegar de otro modo, al tiempo que se obtienen conocimientos sobre cómo hacer más accesibles sus herramientas. Los activistas, artistas, educadores y organizadores de la comunidad valoran el acceso a los conocimientos técnicos que los académicos comparten durante las reuniones o a través del foro en línea.

Las iniciativas comunitarias adquieren una especie de legitimidad indirecta al estar “respaldadas” por la labor académica, a la vez que promueven una cultura científica abierta y basada en valores que sostiene las nuevas ideas que van surgiendo. Para los activistas y los organizadores comunitarios, la pertenencia a un movimiento global es útil en términos de credenciales y visibilidad, claves para conseguir fondos para sus actividades.

En cuanto a las tensiones, los fundadores y participantes clave provenientes del activismo mencionan que uno de los “inconvenientes” de ser quienes organizan la comunidad es el agotamiento. Este suele ser el caso de actores identificados con el marco conceptual de la justicia ambiental, que aportan sus herramientas y técnicas de deliberación a GOSH.

Por otra parte, aunque todos los participantes aprecian el enfoque basado en valores, en el pasado esto generó tensiones en el marco académico. Algunos consideran que el mensaje es demasiado radical y poco útil para fomentar el cambio en sus instituciones. Especialmente en el caso de los participantes que trabajan en universidades de alto nivel, algunos se quejan de que el enfoque es demasiado amplio, como comenta un investigador suizo en una conversación informal: “Quiero promover el HCA dentro de mi institución pero no puedo redirigir al Decano al Manifiesto o al sitio web de GOSH, es difícil entender dónde está el enfoque de la comunidad”.

Otras tensiones que surgen cuando los marcos más institucionales interactúan con los extra-académicos gira alrededor de la legitimidad del conocimiento. La promoción del HCA dentro del mundo académico encaja bien con los proyectos de ciencia ciudadana de las universidades, la ciencia abierta y las iniciativas educativas, pero le resulta difícil acercarse a los científicos “convencionales” dentro de las mismas instituciones. Este desafío está relacionado tanto con el desdibujamiento de los límites del expertise que incomoda a algunos investigadores, como con la visión del hardware abierto como instrumentos de bajo costo y baja precisión, por asociación al hobbismo. Por esta razón, dentro del marco de la ciencia abierta hay una constante búsqueda y promoción de casos de uso que sean lo suficientemente precisos y profesionalizados para ser utilizados por los científicos convencionales, a modo de prueba de que el HCA puede producir herramientas de alto nivel. Esta no es una prioridad para otros marcos, que se centran en la forma en que las tecnologías disponibles pueden ser utilizadas por las comunidades que las necesitan, en cómo se puede facilitar e impulsar este proceso y en el desarrollo de procesos de resignificación de la tecnología.

En palabras de Molloy, una de las fundadoras, esta interacción entre marcos es “una negociación constante”, en la que aquellos que tienen menos interacción con las instituciones formales de producción de conocimiento parecen estar presionando constantemente para emerger y no ser invisibilizados por el resto, con un curso de acción más claro y convencional por delante.

6.4 Espacios

En las siguientes subsecciones se describen cuatro espacios diferentes abiertos por los activistas de GOSH para desarrollar sus actividades.

6.4.1 Proyectos de ciencia comunitaria

El monitoreo ambiental comunitario -que requiere herramientas de bajo costo, fáciles de usar y compartir, y procesos transparentes de generación de datos- es un terreno fértil para el desarrollo del HCA. Quizás el ejemplo más paradigmático sea Public Lab, una organización estadounidense sin fines de lucro que utiliza HCA y métodos de organización comunitaria para monitoreo ambiental, aunque existen muchos otros dentro y fuera de la comunidad, como CoSensores15 o Vuela!, que forma parte del análisis en capítulos posteriores.

La comunidad de biohacking constituye otro importante espacio receptivo al HCA. El biohacking, DIY bio o Garage Bio se define como un movimiento de personas que realizan investigaciones en ciencias biológicas fuera de los entornos profesionales tradicionales como universidades y laboratorios corporativos. Adquirir herramientas y equipos para hacer ciencia fuera de la academia es costoso y difícil, en particular fuera de las instituciones. En una entrevista en 2019, Dusseillier, cofundador de la red de biohacking Hackteria, describe el propósito principal de sus primeros talleres y actividades: “Desde el principio [el movimiento] se centró en la fabricación de equipos de laboratorio porque algunas de las herramientas, aunque digamos que podemos trabajar con la genética y salvar el planeta, no eran realmente accesibles”. Hackeria y DIYBio son las redes de biohacking con más participantes alrededor del mundo: comunidades que producen, prueban y ponen en práctica artefactos desarrollados por entusiastas. Los desarrollos van desde simples incubadoras hechas con conservadoras, hasta máquinas de PCR y sets completos para comenzar un laboratorio de biología.

6.4.2 Investigadores en la academia

El movimiento de ciencia abierta se centra principalmente en los datos abiertos y el acceso a las publicaciones; el movimiento más amplio de hardware abierto discute temáticas orientadas a los makers y la industria. En medio de ambos, GOSH atrajo a académicos que utilizan o desarrollan HCA de forma marginal en sus instituciones, y no encontraban su lugar en esas comunidades relacionadas.

Uno de los espacios para el HCA en el mundo académico se encuentra entre los equipos de investigación e ingeniería altamente especializados, desarrollando o utilizando herramientas científicas de vanguardia. Este grupo incluye investigadores que realizan ingeniería reversa de herramientas propietarias, las modifican y crean sus propias versiones utilizando licencias abiertas, como una forma de fomentar la adopción y acelerar la innovación. Por ejemplo, el Laboratorio de Bio y Nano instrumentación de la EPFL (Suiza) hizo este proceso para un microscopio AFM. En entrevista con Molloy, la investigadora menciona su relación con el instrumental DIY: “Hubo varias iniciativas en el campo del biohacking que me resultaron inspiradoras desde el punto de vista educativo, pero como científica experimental veía las limitaciones que los diseños podían ofrecer”.

Otro espacio fue abierto por investigadores que trabajan en ciencias aplicadas con presupuestos reducidos, donde las herramientas propietarias no son una opción. La HCA es una forma de cubrir mayores áreas geográficas o aumentar el número de muestras analizadas con un presupuesto limitado. También es una forma de adaptar las herramientas a contextos muy específicos que inicialmente no fueron considerados por los diseñadores, como se puede observar en el caso Gorgas tracker en Perú, analizado en capítulos posteriores.

Retomando las motivaciones para crear HCA, Molloy también señala que, mientras trabajaba en una investigación con mosquitos, “me sentía frustrada por el costo de los materiales que estaba utilizando para mis experimentos y el hecho de que los equipos eran inaccesibles para las personas que viven en zonas donde las enfermedades son endémicas”. Estos argumentos también son mencionados por los entrevistados de América Latina y África, y se mencionan explícitamente en todos los documentos de la comunidad.

6.4.3 Educación e innovación social

El HCA ganó espacios en los que educadores con una visión crítica de los métodos de enseñanza tradicionales comenzaron a experimentar con tecnologías abiertas para el aprendizaje. Esto ocurrió tanto dentro como fuera de las instituciones de educación formal.

Dentro de las escuelas y universidades, en programas orientados a facilitar la educación STEM, el HCA se utiliza para desarrollar actividades pedagógicas basadas en desafíos concretos, acelerar la experimentación y la creación de prototipos en el aula. LEGO2NANO es un proyecto iniciado en 2013 con el apoyo del Centro de Nanotecnología de Londres y la Fundación LEGO, cuando un grupo de estudiantes de doctorado de China y el Reino Unido asumió el reto de construir un microscopio AFM abierto y de bajo costo. Con el objetivo de llevar la nanociencia a las aulas de las escuelas secundarias, los estudiantes fueron capaces de armar un prototipo funcional construido a partir de LEGO, Arduino, piezas hechas con impresión 3D y componentes electrónicos accesibles. El proyecto inspiró a otros en todo el mundo, que comenzaron a implementar HCA en el aula (Heradio et al. 2018).

Grey, cofundador de GOSH y director de LEGO2NANO en sus inicios, recuerda la primeras conversaciones para desarrollar la iniciativa:

Había estado en contacto con la gente de la Fundación Lego, discutían sobre el concepto de “juego serio” y la importancia del aprendizaje práctico […] Los estudiantes realmente progresaron bastante en la realización de un AFM de código abierto. Conseguimos mucha atención y lo repetimos el año siguiente, y el siguiente año. Lo interesante fue la idea de que podíamos hacer proyectos de hardware científico con los estudiantes y llegar a algún lugar significativo en poco tiempo.

Otro espacio se abrió en los numerosos proyectos educativos dirigidos por ONGs, comunidades y emprendedores alrededor del mundo que empezaron a utilizar HCA como un puente entre la educación y la innovación social. Kharkana y la Tech Academy son proyectos de educación extracurricular en Nepal y Bangladesh, respectivamente, que promueven la educación STEM a través de la colaboración, la experimentación y el juego. Sus estudiantes provienen de diferentes orígenes; en el caso de la Tech Academy, los estudiantes con familias con escasos recursos acceden gratis a través del pago de estudiantes de familias mejor posicionadas. En ambas iniciativas se utiliza un enfoque de aprendizaje práctico, destinado a fomentar la creatividad de los estudiantes mientras adquieren conocimientos sobre tecnología, aplicándolos a la elaboración de soluciones para sus problemas locales. Los proyectos de los estudiantes suelen participar en concursos internacionales de innovación, muchas veces relacionados con los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.

6.4.4 Artistas

Los artistas que trabajan en la interfaz de la ciencia y el arte utilizan herramientas de HCA para diferentes usos: biomateriales y textiles abiertos, experiencias audiovisuales con HCA e incluso comunicaciones entre especies. El HCA en este espacio gana gracias a su metodología de prototipado rápido que permite la experimentación a bajo costo, pero también por el acceso a documentación que permite a los artistas aprender cómo funcionan las herramientas. Los artistas sin afiliación institucional son uno de los grupos que enfrentan barreras de acceso para acceder al conocimiento sobre las herramientas de la ciencia.

Interspecifics es un proyecto nacido en México que se define como un “colectivo nómade multiespecie que experimenta en la intersección entre el arte y la ciencia”; las artistas transforman las señales eléctricas de diferentes bacterias en sonidos audibles. Al no estar afiliadas a ninguna institución científica, para ellas el acceso a las publicaciones suele ser pago. Por lo tanto, usar HCA abierto de vuelve indispensable; a manera de retribución documentan completamente todo su hardware y otros desarrollos.

6.5 Estrategias

En esta sección se presentan las estrategias que GOSH desarrolla para llevar a cabo su visión y abrir espacios para sus actividades, clasificadas en tres grupos principales: redes e intermediarios, repertorios de acción y movilización de recursos.

6.5.1 Redes e intermediarios

GOSH es una red de redes con nodos en el mundo académico, las organizaciones de la sociedad civil y el emprendedurismo. Esta configuración incluye organizaciones sin fines de lucro, instituciones de financiación, institutos de investigación y universidades, espacios de innovación abierta, artistas, innovadores sociales y educadores de todo el mundo.

La red sirve de plataforma para aumentar la visibilidad y comunicar las actividades de los proyectos y nodos a nivel internacional. Entre ellas figuran presentaciones en espacios académicos y no académicos, artículos de prensa (Brazil 2018), difusión de residencias y eventos regionales a través del blog de la comunidad, difusión a través de redes sociales. Las reuniones regionales suelen utilizar los canales de la comunidad global para amplificar su mensaje y llegar a públicos diferentes.

Además de la internacionalización y la ampliación de las audiencias, los nodos de la red GOSH intercambian información a través de intermediarios clave. Las enseñanzas que se comparten son de carácter técnico, pero también organizativo. Casi todos los entrevistados mencionan que forman parte de diferentes proyectos colaborativos internacionales: investigadores de Alemania van a Chile a organizar talleres en las universidades, investigadores de Chile van a Camerún, aportando no sólo equipos sino también una metodología reproducible que posteriormente puede ser apropiada por los locales. Investigadores en el Reino Unido colaboran directamente con los participantes y organizadores de GOSH en los países africanos.

6.5.2 Repertorios de acción

La principal estrategia desarrollada por GOSH durante sus primeros tres años de vida fue la organización de reuniones globales. Las reuniones se utilizan como un instrumento para deliberar, aprender, hacer y definir los valores, estrategias y acciones para que el colectivo avance. Desde la primera reunión, cada encuentro se utilizó como punto de partida para elaborar la estrategia de colaboración: el manifiesto en 2016, la hoja de ruta en 2017 y el plan de acción en 2018. Los métodos utilizados para lograrlo se basan en estrategias organizativas del activismo comunitario cuyos productos se documentan abiertamente; son así replicados en los nuevos eventos que surgen en diferentes partes del mundo.

Los mecanismos intencionalmente definidos para asegurar y proteger la diversidad de los participantes durante las reuniones pueden considerarse una estrategia en sí misma. La diversidad permite al colectivo tener “representantes” de casi todas las áreas que aportan sus visiones GOSH. Esto convierte al colectivo en un espacio de deliberación y referencia, como se puede ver en las crecientes solicitudes de entrevistas por parte de la prensa y la aparición en los documentos de otras comunidades.

6.5.2.1 Estratégicamente diverso

Que GOSH tenga como campo de disputa la infraestructura más básica de producción de conocimiento explica por qué apela a una diversidad de públicos. Dado el monopolio académico de la producción de conocimiento, y en particular las asimetrías en la producción, todos aquellos que ven su capacidad de producir conocimiento científico limitada, presentan algún grado de interés en la propuesta de GOSH. Esto lo vuelve un terreno de diálogo entre actores no académicos y académicos provenientes de contextos diferentes, con objetivos educativos, de negocios, comunitarios, artísticos.

La colisión de formas de ver el mundo da lugar a una pluralidad de perspectivas que informan la actividad y el discurso del movimiento. La redacción del manifiesto ejemplifica esta situación perfectamente: luego de tres días de conocerse, intercambiar conocimientos, ideas y expectativas en el primer encuentro global, un representante del activismo y otro de la academia/emprendedurismo se juntan para sintetizar los valores del futuro movimiento. Con muy poco en común, delinean una serie de puntos que luego son discutidos con el resto de los participantes, lo publican online y lo firman. El manifiesto presenta puntos que se relacionan muy claramente a la concepción más académica del HCA: reproducibilidad, basta de cajas negras, 1000 ojos ven mejor que uno. Pero principalmente se nutre de ideas de democratización de la tecnología, de ciencia aplicada a problemas locales, de accesibilidad, inclusión y producción de conocimiento por fuera de circuitos formales.

Este panorama tan plural sostiene y explica la estrategia de fomento de la diversidad que estructura todo el trabajo del movimiento. La diversidad se vuelve una ruta obligada en GOSH, si se pretende garantizar la representatividad y legitimidad del mensaje. Uno de los aspectos más interesantes es cómo las metodologías que los participantes aplican al diseño de artefactos también se puede rastrear en las prácticas organizativas. Los eventos de GOSH con su agenda de desconferencia colaborativa, la redacción iterativa de los documentos estratégicos, la apertura como forma de crecer de manera descentralizada en diferentes geografías, la modalidad de participación esporádica. El movimiento avanza a medida que algunos miembros pueden dedicar más tiempo que otros a tareas que les resultan de interés, aunque las grandes decisiones siempre se consultan con toda la comunidad. Todos los participantes identificaron este tipo de prácticas organizativas como el factor diferencial entre GOSH y otras comunidades en ciencia o tecnología. En particular, los actores académicos identificaron estas estrategias como el mayor aprendizaje que obtienen de GOSH, y que aplican en sus trabajos.

GOSH pretende construir un movimiento global, y como tal la estrategia de la diversidad responde no sólo a una cuestión normativa, es también altamente eficaz. Construir un mensaje a partir de la academia probablemente fuera más rápido pero su falta de representatividad generaría un impacto pequeño. Grey plantea algunos interrogantes sobre estrategia basada en la diversidad de GOSH:

Creo que el desafío es también el tipo de efecto burbuja, que no se convierta en una cámara de eco: tenemos estos valores, así que somos nosotros contra el mundo; ¿qué pasa si traes a gente que no tiene esos valores? ¿Cómo va a funcionar eso?

Otro componente importante de la estrategia de los eventos es la combinación de la actividad material y la actividad reflexiva. El setenta por ciento del programa se define durante la reunión, combinando talleres prácticos sobre la construcción y el uso de HCA con sesiones de debate sobre temas elegidos por los participantes e instancias de deliberación en grupo. Diferentes personas van a las actividades que respondan más a sus intereses, contribuyendo con sus diferentes perspectivas.

Los resultados de la deliberación comunitaria se traducen en documentos colaborativos disponibles en línea, lo que amplía el mensaje en línea, actúa como estrategia de legitimación al ampliar la base de colaboradores y es útil como una pieza de comunicación en sí misma, promoviendo la actividad del movimiento.

La identificación y visibilización de “casos de uso” constituye otra estrategia importante en GISH. El microscopio Open Flexure, que se analiza en los próximos capítulos, es presentado por la comunidad como un caso de uso exitoso de HCA. Fue creado por académicos de la Universidad de Bath que desarrollaron una colaboración con académicos y organizadores comunitarios en Tanzania (Stirling y Bowman 2020). El instrumento ha sido reproducido íntegramente por los socios en Tanzania utilizando materiales disponibles localmente. Este tipo de artefactos conectan a los actores a nivel global mediante narrativas poderosas, condensando los valores de la comunidad y constituyendo piezas de comunicación eficaces. El microscopio OpenFlexure ha aparecido en medios masivos de comunicación, además de circular en publicaciones académicas y comunitarias.

La definición de un programa de investigación sobre HCA y la creación de revistas científicas con referato gestionadas por la comunidad es otra estrategia relacionada no sólo con la reflexión sobre la actividad del movimiento sino también con la búsqueda de legitimidad dentro de las normas académicas y la demostración del rendimiento superior del HCA frente a los equipos patentados.

6.5.3 Movilización de recursos

Los recursos financieros se obtienen principalmente mediante el acceso a becas y subsidios de fundaciones en el espacio de las tecnologías abiertas con sede en los Estados Unidos. Participar de un evento GOSH es gratuito para los participantes, aunque se sugiere pagar una tasa para contribuir a cubrir los gastos de asistentes no afiliados a instituciones. El apoyo financiero para las actividades de GOSH en América Latina proviene de donaciones del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED). Para organizar AfricaOSH, Mboa recuerda que los organizadores tuvieron que financiar personalmente el evento: “La idea principal era apoyar a los africanos que viven en África para que asistieran al evento, y eso es un gran desafío”. La financiación para el desarrollo de proyectos también proviene de campañas de financiamiento colectivo.

Dado que muchos participantes de GOSH trabajan en universidades o espacios comunitarios, fablabs, makerspaces y otros espacios de fabricación suelen ser accesibles para la comunidad a bajo costo o gratuitamente. Los materiales para la construcción de hardware, cuando no están cubiertos por los subsidios de los proyectos, suelen obtenerse mediante el patrocinio de proveedores de electrónica.

En cuanto a los recursos no materiales, GOSH funciona completamente a fuerza de trabajo voluntario, del que depende para diferentes funciones. Las aptitudes de liderazgo, organización y comunicación son recursos clave para el desarrollo de GOSH, que se han movilizado principalmente desde los participantes que también resultan ser organizadores comunitarios. En este sentido, Austic resalta que: “Teníamos gente en la sala que sabía cómo hacer estas cosas [colaboración, desconferencia]”.

Para construir hardware se requieren conocimientos técnicos que se movilizan desde expertos de la comunidad a través del foro de GOSH o participando directamente como intermediarios clave, transmitiendo lecciones a otros proyectos o conectando con otros expertos. Los conocimientos técnicos suelen ser reconocidos como crédito en los diseños o artículos científicos.

La confianza es otro recurso importante que se moviliza principalmente desde los fundadores originales de GOSH, cuya imagen permite el acceso a subsidios pero también visibilidad a través de artículos de prensa y redes sociales. El acceso a redes prestigiosas actúa como un recurso de legitimidad para el exterior. Los entrevistados mencionan que el hecho de que actores “serios” participan en GOSH (importantes universidades, organizaciones sin fines de lucro, instituciones de investigación, investigadores) contribuye a que puedan desarrollar HCA en sus propias instituciones. En una entrevista con Andre Chagas en 2019, quien participa en GOSH desde sus inicios, esto se menciona claramente: “todas estas iniciativas que están haciendo HCA desde lugares ‘respetables’, y añado las comillas porque hay muchas otras iniciativas que vienen de otros lugares que deberían ser igual de respetadas, esto es lo que promueve que avancemos”.

El posicionamiento de GOSH como parte del discurso de otros movimientos moviliza recursos en términos de cultura y conocimientos compartidos: atrae a personas de esas comunidades, proporciona vocabulario y narraciones, facilita la transferencia de lecciones y la visibilidad. Esta estrategia puede observarse en los artículos de prensa académica en los que se presenta a GOSH como un subgrupo del movimiento de ciencia abierta, o cuando se presenta a un público maker y se utiliza vocabulario relacionado a ese movimiento. Son numerosas las instancias de participación de activistas GOSH en conferencias de ciencia abierta como OpenCon, realizando talleres de hardware abierto. El conocimiento compartido también es pertinente, por ejemplo, cuando se toman los modelos de negocio desde la industria del software de código abierto como punto de partida para estudiar posibles modelos comerciales para el HCA.

El contacto con el movimiento de tecnología apropiada, los estudios feministas, poscoloniales o los movimientos de justicia ambiental son algunos ejemplos de movilización de recursos en términos de tradición histórica e ideología, que contribuyen a que los actores puedan acercarse a otros movimientos desde un lugar de aliado. Este es el caso por ejemplo de las iniciativas de HCA trabajando con movimientos por la agroecología en América Latina, como el trabajo del nodo Mendoza en reGOSH y la comunidad de campesinos sin tierra.

6.6 GOSH como nicho estratégico

La pregunta que inicia esta discusión refiere inevitablemente a qué factores permiten leer a GOSH como un movimiento que cuenta con el potencial de influir en la forma en que se produce hoy el conocimiento. El marco teórico propuesto en el capítulo 3 mira a GOSH como un movimiento de innovación de base: originado en actores de la sociedad civil, con una demanda política de cambio social y articulando nuevas formas materiales y discursivas de producción de conocimiento. El componente de transiciones del marco teórico resulta útil para entender cómo GOSH conforma un movimiento viable o “estratégico”, capaz de sobrevivir las primeras etapas de su formación e influir en el status quo. A partir de estudios históricos algunos autores (Hoogma et al. 2002, @seyfangGrassrootsInnovationsSustainable2007) han identificado cuáles son los rasgos salientes de este tipo de nichos, que deben ser capaces de:

  1. articular sus expectativas y visiones de manera sólida y específica,
  2. construir redes sociales profundas y amplias,
  3. contar con intermediarios clave para intercambiar lecciones y
  4. favorecer el aprendizaje secundario en áreas clave, adaptando sus expectativas y acciones en consecuencia.

Los resultados descritos anteriormente permiten indagar en estos diferentes aspectos. En primer lugar, el estudio del movimiento permitió identificar una pluralidad de ideas que informan el pensamiento colectivo de GOSH. Lo más interesante en referencia al punto i) resulta el análisis de estrategias a nivel colectivo que permitieron al movimiento articular estas diferentes expectativas y visiones. Las metodologías de discusión, colaboración y síntesis colectivas, principalmente facilitadas por actores del activismo, abrieron el diálogo y permitieron la identificación y articulación de los puntos comunes. Estos acuerdos, sintetizados en documentos abiertos y colaborativos, “vivos”, se comunican al mundo exterior a través de diversos medios: editoriales en publicaciones prestigiosas como Nature, conferencias de alto impacto sobre tecnología para desarrollo como UN-Tech4Dev, foros de comunidades independientes de hacktivistas.

La reconstrucción histórica del capítulo 5 permite ver cómo la articulación de acuerdos ha ido evolucionando y adquiriendo especificidad a lo largo de los años. Desde acuerdos básicos sobre valores compartidos en el manifiesto, hacia una hoja de ruta con ejes principales de trabajo y más adelante la asignación concreta de tareas a grupos de trabajo específicos. Una vez más, el factor relevante es cómo el colectivo se auto organizó para sintetizar cada vez acuerdos más específicos y a la vez entre más actores, identificando necesidades tanto técnicas como de organización, a medida que sumaba participantes en diferentes regiones.

Uno de los factores mencionados más frecuentemente por todos los entrevistados es la capacidad de los participantes de GOSH de crear redes. La diversidad de actores y el alcance global permiten que por un lado estas redes sean amplias: el colectivo está vinculado a actores a nivel local, regional e incluso internacional de diversa índole; los actores incluyen a profesionales pero también a empresas, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil. Por otra parte, el análisis muestra cómo esas redes también son profundas. Los participantes pueden movilizar diferentes tipos de recursos a partir de pertenecer a ellas. Las estrategias de movilización de recursos muestran cómo participantes de alto perfil dentro del movimiento intermedian para obtener subsidios, cómo la participación de activistas facilita la confianza de nuevas comunidades, o cómo las publicaciones de académicos aumentan la credibilidad del movimiento.

La presencia de intermediarios clave es evidente a diferentes niveles. Los múltiples intercambios entre los participantes proporcionan no sólo conocimientos técnicos, también organizativos. A modo de ejemplo, la colaboración entre Open Flexure y Gorgas tracker les permite a ambos grupos acceder a nuevas habilidades entre los colaboradores, como se analiza en próximos capítulos. Pero también existe un intercambio de ideas sobre cómo avanzar en términos organizativos en la producción de hardware de calidad en la academia. Las discusiones en foros online de participantes en un hackerspace en Suiza permiten que comunidades activistas en Argentina mejoren proyectos de análisis de suelo utilizando metodologías abiertas.

Finalmente, la cronología presentada en el capítulo anterior el análisis de los hitos del movimiento muestran evidencias de aprendizaje secundario. GOSH sistematiza las lecciones aprendidas luego de cada decisión y adapta sus acciones, expectativas y estrategias en consecuencia. La decisión de convertirse en un movimiento global después del primer evento en CERN se produjo a partir de los resultados de una autoevaluación que señalaron la falta de diversidad en los participantes; la decisión de conectar con actores relacionados a la industria en el tercer evento en China, fue una respuesta a una necesidad percibida por los participantes en Chile y otros foros de debate para ampliar sus proyectos. La decisión de descentralizar las actividades es una alternativa discutida durante el último evento global para evitar el agotamiento de los miembros clave del movimiento; todo ello muestra cómo las acciones en el movimiento son adaptativas.

6.7 Resumen del capítulo

Este capítulo contribuye al objetivo de comprender de qué manera el movimiento global por el hardware científico abierto (GOSH) puede constituir un nicho estratégico de innovación. Para ello, a partir de material de entrevistas realizadas durante 2018 y 2019, observación participante y análisis documental se describió el contexto en el que surge el movimiento, los marcos conceptuales aportados por los actores, los espacios que éstos abren y las estrategias que utilizan para hacerlo.

Los resultados del análisis del caso global incluyen:

  • descripción de las ventanas de oportunidad que permitieron el surgimiento y crecimiento de GOSH como nicho de innovación
  • identificación de principales grupos y marcos conceptuales que se articulan en GOSH, tensiones y contribuciones a la acción colectiva
  • caracterización de espacios donde GOSH desarrolla sus actividades de manera sostenida
  • análisis de las estrategias utilizadas por los actores para abrir dichos espacios, incluyendo su habilidad para construir redes amplias y profundas, la presencia de intermediarios clave y la evidencia estrategias adaptativas

En los siguientes capítulos la escala de observación se mueve desde el movimiento global hacia proyectos individuales que forman parte de GOSH y desarrollan sus actividades tanto en contextos académicos como comunitarios de la periferia.